lunes, 10 de noviembre de 2008

Enrique Bunbury - El hombre delgado que no flaqueará jamás


El jueves pasado me llegó un mail informándome de que me había tocado una invitación para el concierto del sábado de Enrique Bunbury en San Sebastián. ¿Una invitación? ¿No podían ser dos?. Le pregunté qué hacer al reflejo de la pantalla de mi ordenador y esa persona que tan importante es para mí contestó: Claro que vamos.

Nunca he sido un fan de Bunbury, como tampoco de Héroes del Silencio, pero últimamente me había empezado a gustar y tenía el último disco. Y allá fuimos, deseando que el concierto terminase de convencerme de que, sí, Bunbury me gusta y mucho.

Llegué y me sorprendió ver que el recinto no se iba a llenar. Acudía convencido de que con todos los incondicionales que Enrique tiene, si no se llenaba andaría cerca la cosa, pero no. Crisis? What crisis?

A las diez en punto de la noche salió al tablón el protagonista principal, ese cantante con aires a Jim Morrison y voz que certifica que de pequeño escuchó un buen rato a Raphael. Empezó el concierto con el Club de los imposibles, club del cual podría ser socio fundador. ¡Qué tio!

Continuó el espectáculo con "La señora hermafrodita" y "Bujías para el dolor", confirmando que se trababa de un concierto de Rock&Roll. Sin embargo, después de algunas canciones guitarreras llegaron otras de un estilo radicalmente distinto y que a mí personalmente me parecen de lo mejor de este artista. Se corrió un enorme telón rojo detrás de la banda y llegaron canciones como "Sácame de aquí", "Todos lo haremos mejor en el futuro", "El extranjero", "Desmejorado" o "Me calaste hondo". Canciones que a mí por lo menos me traen a la mente esas escenas de película en las que se junta la peor gente, a las peores horas y en el peor sitio. Todos alrededor de la barra y unidos por el whiskey sin hielos mientras una banda toca canciones sin que nadie le preste atención.

Y fue desaparecer el telón rojo y volver de nuevo los acordes más rockeros con el polémico single "El hombre delgado que no flaqueará jamás". Bunbury volvía con sus temas más contundentes haciendo una clara "Apuesta por el Rock&Roll" para después acabar el concierto con canciones más íntimas como "Canto" o "El tiempo de las cerezas", canción con la que concluyó el concierto.

Salí del recinto caminando hacia mi coche con una conclusión muy clara. Este hombre es un artista como la copa de un pino. Se puede apreciar que ha mamado todo tipo de músicas, llegando a contagiarse de pequeños detalles de cada estilo. Y eso se ve y se oye. Bunbury, de lux.

7 comentarios:

Milhaud dijo...

Nunca he dudado que Bumburi es un artista como la copa de un pino... pero me quedo con su etapa en Héroes.

En solitario tiene estilo, y es grande... pero por lo general (con algunas excepciones) me resulta música cansina.

Unknown dijo...

Hola Xabi,
Entiendo a Milhaud, pero concuerdo con tu experiencia, Bunbury es mejor solo y ahora de lo que fue antes.
Un abrazo, nos leemos!
El Mar.-

Anónimo dijo...

Para Heroes, los del Stadium Gal y para silencio el de los corderos.Tu padre.

rrcircus dijo...

Nunca ha sido santo de mi devoción, aunque reconozco por las dos veces que le he visto en directo que la verdad es que se come el escenario el solito. Muy buena crónica, si señor.

Anónimo dijo...

Esta que has colgado es una de las que más me gusta de él, aunque la verdad es que no he oído mucho..no es santo de mi devoción: esa voz tan forzada no me va. Pero leyendote, dan ganas hasta de ir a verlo. Lo de siempre Xabi: escribes bien, jodío. Muxus.

Javi dijo...

Buenas el blog esta de puta madre.
Si te apetece pasate por el mio y ya hablamos
http://www.lacoctelera.com/elblogdelrock

no soy un tio amante de bunbury pero el ultimo disco me parece interesante venga un saludo

David Gallardo dijo...

El último disco es una buena cosa. De Bunbury siempre me ha gustado su intensidad. Desde luego, hay sangre en su música.